Comunal, Detrás del Branding: Cómo Comunal llegó a nosotros

Detrás del Branding: Cómo Comunal llegó a nosotros y cómo nosotros llegamos a Comunal

Sed Estudio 12.03.2024

La historia de Comunal es la historia de una marca viva. También es parte de nuestra propia historia porque Sed nació en Comunal. Con ellos pusimos a prueba nuestra propia visión de lo que significa hacer branding.

Cuando Comunal nació, el concepto de coworking todavía no era tan conocido en Lima. Pero la visión clara, la experiencia sólida y la exigencia de sus tres socios fundadores fueron claves para llevarnos a buen puerto y empujarnos a crear una identidad poderosa, que hoy sigue vigente.

Esta es una historia cruzada. Fuimos sus clientes y su estudio de branding al mismo tiempo. Nos hicimos amigos y esa experiencia como coworkers fue un gran punto a favor. Nos hizo sentir a la marca desde adentro con sus cotidianidades y ambiciones. Con sus cambios y sus hallazgos. Y por supuesto, creó las condiciones más idóneas y las menos habituales –porque no siempre puedes o quieres convivir con tu cliente– para desarrollar un proceso de branding con todas las de la ley.

Cuando hicimos el primer branding de Comunal en 2013, la marca tenía la hipótesis de que su público objetivo eran profesionales libres e independientes que buscaban un espacio más creativo para trabajar y hacer conexiones. Las palabras claves que tuvimos en la cabeza desde el inicio fueron: comunidad, flexibilidad, dinamismo y crecimiento. Le pusimos un nombre lleno de sentido y diseñamos un logo que respondía a esas cualidades: cuadros que se mueven, crecen o se reagrupan a través de la animación, demostrando que el movimiento y la adaptación son parte esencial de la marca.

De almas a libres a una nueva era de lo corporativo

Pero en el camino, los clientes de Comunal marcaron otra ruta y los fundadores ampliaron su visión de negocios para responder a nuevas necesidades. Sucedió que esas almas libres que ya comenzaban a alquilar más espacios en el coworking, eran emprendedores en potencia y futuros directores de sus propias marcas –tal como nosotros–.

Lo que empezó como un espacio para independientes, terminó siendo “Oficinas para empresas con planes de crecer”. Un clic mental que se convirtió en eslogan y buscó redefinir el mundo corporativo con nuevos códigos, frescura, flexibilidad y con la dosis necesaria de creatividad que este universo tan serio necesitaba a gritos.

Entre 2016 y 2017, asumimos el rebranding de la marca con este nuevo rumbo. Comunal pasó de ser colorida, juguetona y pop, a ser una marca más sólida, donde el amarillo sería el color predominante. Rediseñamos el logo para hacerlo más elegante pero conservamos su flexibilidad y movimiento.

 

También los acompañamos en varios flancos, ayudándolos a llevar esa identidad a sus espacios de una forma replicable y escalable. Generamos ideas nuevas sobre la marcha para diseñar cada vez más, una experiencia única para sus clientes. Todo esto, trabajando codo a codo con sus fundadores en un proceso enriquecedor que se ha convertido en un gran maestro para nosotros.

Comunal fue capaz de crear una comunidad de “comuneros” con sentido de pertenencia y orgullo. Creamos los famosos cuadernos amarillos de bienvenida, las tazas negras (que invitan a compartir tus ideas, pero no tu café) y los lanyards que hasta hoy van colgados en muchos cuellos. Un sistema visual fácil de identificar y memorable. Piezas de merchandising que no terminan guardadas en un cajón, porque la gente realmente las quiere usar. Poco a poco la marca Comunal fue ganando cariño y coolness. Para nosotros esto es parte de hacer branding: lograr que el diseño se vuelva cotidiano, tangible; parte del día a día de las personas. Desarrollar marcas que están vivas.

 

Un propósito grande y retador

En el 2020, nos volvieron a llamar, esta vez para ayudarlos a escribir su propósito y valores. Para entonces ya tenían un liderazgo más sólido, había más personas, más opiniones y también más inversionistas involucrados. Fue un proceso largo de descubrimiento e iteración, mano a mano, para llegar a un resultado final que todos sintieran suyo.

Nuestro rol en este proceso fue –y será siempre– cuestionar y facilitar, incomodarlos para ayudarlos y guiarlos para no caer en lugares comunes. Por otro lado, debemos lograr poner de acuerdo a diferentes personas, inteligentes y capaces, que tienen diferentes miradas sobre su misma marca. Y finalmente lo que sigue es consolidar esas ideas en una propuesta con la que todos se sientan representados y de la que puedan sentirse orgullosos.

“Hacer la experiencia de trabajo más inspiradora y humana posible”, este es el propósito de Comunal. Suena grande. Así tiene que ser un propósito. Retador, importante, difícil de alcanzar, pero realizable. Y además, dejar el mundo mejor que como lo encontramos.

 

Una marca coherente en el tiempo

Hasta hoy, Comunal sigue teniendo el mismo branding, demostrando su vigencia y adaptabilidad en el tiempo y convirtiéndose en una marca querida y respetada que ha sabido llevar su visión siempre hacia adelante.

Este branding fue un caso muy peculiar porque hemos tenido un nivel de confianza y entendimiento que es inusual. Lo que nos llevamos de aquí es la tarea de convertir un proceso tan integral, como el que llevamos a cabo con Comunal, en un proceso menos largo, más acotado, donde la confianza y el entendimiento sigan siendo las claves para lograr resultados extraordinarios.

#LoHicimosConSed

 

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